Los filtros de los cigarrillos (o sea, las colillas) son la mayor causa de basura en el mundo. Al estar hechos de acetato, no son biodegradables, por lo que permanecen durante una gran cantidad de años en el ambiente.
Muchos de los fumadores tienen la mala costumbre de arrojar las colillas en el suelo cuando terminan de fumar. Seguramente no saben que las lluvias suelen arrastrar estos desechos hasta las fuentes de agua, donde desprenden sus químicos. La nicotina y el alquitrán presentes en un solo cigarrillo pueden contaminar hasta 50 litros de agua.
Claro que la contaminación causada por el cigarrillo no es sólo culpa de los consumidores. El cultivo de tabaco causa problemas ambientales en varios países, ya que se suele quemar madera como combustible para curar las hojas. La madera, por otra parte, también se usa para construir los graneros donde se realiza dicha cura. Se calcula que la industria tabacalera tala cerca de 200.000 hectáreas de bosques al año.
Por último, cabe destacar que, según estadísticas, esta industria produce 2,3 mil millones de kilogramos anuales de desechos como resultante de sus procesos de producción y otros 209 millones de kilos de desechos químicos. Todo esto sin contar la basura causada por las colillas de los cigarrillos.
A la hora de prender el próximo cigarrillo, ya lo sabes: no sólo estarás dañando a tu cuerpo, sino que también contribuirás a la destrucción del medio ambiente. Mejor, mata tu ansiedad haciendo deportes.
Fuente: elblogverde.
¿QUÉ ES BIODEGRADABLE?
Todas las cosas en este mundo tienen su tiempo contado, les lleva más o menos tiempo degradarse de una u otra forma. Una manera es la biodegradación, que es cuando algo es deshecho por organismos vivos (principalmente bacterias).
La facultad de algunos materiales de reintegrarse a la tierra por acción de la naturaleza es lo que se llama biodegrabilidad.
El término está relacionado con la ecología, el manejo de desperdicios, y más que nada cuando se habla de plásticos, ya que estos tardan cientos de años en ser descompuestos.
En el proceso de biodegrabilidad algunas sustancias químicas (desechos orgánicos, papel, etc) pueden ser empleadas como alimento por los microorganismos, que las utilizan para producir energía y crear otras sustancias como aminoácidos, nuevos tejidos y nuevos organismos. El material orgánico pude ser degradado de forma aeróbica, con oxígeno (al aire libre), o de forma anaeróbica, sin oxígeno (algo enterrado).
La biodegradabilidad de los materiales depende de su estructura física y química, algunos como el vidrio no pueden ser biodegradados. Aunque se suele decir que un material no es biodegradable cuando el tiempo necesario para que los organismos lo descompongan es extremadamente largo, o supera la capacidad de los organismos para procesarlo, como pasa con el plástico y el aluminio de las latas. Hoy en día muchas cosas se fabrican con agentes biodegradables, como pasa con los detergentes, pero todavía están los plásticos y diversas sustancias como los insecticidas.
Veamos algunos ejemplos de cuánto tardan en pudrirse los materiales:
-Cáscara de banana: 2 a 10 días
-Pañuelos de algodón: 1 a 5 meses
-Papel: 2 a 5 meses
-Cáscara de naranja: 6 meses
-Cuerda o soga: 3 a 14 meses
-Calcetines de Lana: 1 a 5 años
-Envases/cartones de leche Tetra Paks (con algo de plástico): 5 años
-Filtros de cigarrillos: 1 a 12 años
-Zapatos de cuero: 25 a 40 años
-Nailon: 30 a 40 años
-Vasos de aislante térmico de poliestireno “Styrofoam”: 1 a 100 cien años
-Anillos plásticos de paquetes de latas de aluminio de seis “6-pack”: 450 años
Así que la próxima vez piense bien antes de tirar un papel al suelo, va a tardar muchos días en deshacerse, y los filtros del cigarrillo años. Piensen en la gente que los arroja en los parques naturales, o en las playas, allí se quedan por años y años.